Los inicios del período colonial inglés en
América del Norte
Los primeros años del siglo XVII presenciaron
una gran corriente migratoria de Europa a América del Norte. Los primeros
inmigrantes de lo que ahora es Estados Unidos atravesaron el Atlántico mucho
tiempo después de que los españoles hubieran establecido sus primeras colonias
en el resto del continente americano y, de hecho, Inglaterra fue la última
potencia europea en llegar a América.
A pesar de los primeros fracasos, a finales
del siglo XVI, de establecer colonias inglesas en América del Norte, los ingleses
no cejaron en el empeño, y en 1607 se fundó la colonia de Jamestown, en la
bahía de Chesapeake, que sería la primera colonia inglesa permanente.
Las primeras colonias formaban comunidades
autosuficientes provistas de una salida propia hacia el mar. Cada una de las
colonias llegó a ser una entidad separada, con fuerte individualidad propia.
Pero, a pesar de ese individualismo, los problemas que presentaban el comercio,
la navegación, la manufactura y la moneda trascendieron los límites de las
colonias e hicieron necesaria la adopción de reglamentos comunes, los cuales,
después de conquistarse la independencia de Inglaterra, darían paso a la
Federación.
En contraste con la política de colonización
de otros países, la emigración desde Inglaterra no era patrocinada por el
gobierno sino por grupos de ciudadanos particulares cuyo motivo principal era
el lucro. Dos colonias, la de Virginia y la de Massachusetts, fueron fundadas
por compañías establecidas, cuyos fondos suministrados por los inversionistas,
se utilizaron para equipar, transportar y mantener a los colonos. En el caso de
Nueva Haven, fueron emigrantes adinerados los que financiaron el transporte y
el equipo de sus familias y servidores. Otras colonias como Nueva Hampshire,
Maine, Maryland, Pennsylvania,... pertenecieron originalmente a algunos
miembros de la clase media o de la nobleza inglesa, los cuales, en calidad de
patrones, prestaron dinero a los colonizadores con la garantía de tierras que
les habían sido cedidas por el Rey. Pese a todo, las colonias fueron fundadas
por motivos diversos y se iban a desarrollar a ritmos muy diferentes, con
economías, formas de gobierno y credos religiosos distintos.
Las trece colonias que con el tiempo llegaron a formar los estados
Unidos fueron Nueva Hampshire, Massachusetts, Rhode Island, Connecticut, Nueva
York, Nueva Jersey, Pennsylvania, Delaware, Maryland, Virginia, Georgia,
Carolina del Norte y Carolina del sur.
1607 un
grupo de colonizadores suecos construyó una diminuta aldea
en Jamestown, Virginia. Portadores de una cédula del Rey Jaime I
de Inglaterra, fundaron la primera colonia y los primeros siete meses después
de su arribo. Pero la colonia con el tiempo creció y prosperó. Los virginianos
descubrieron la forma de ganar dinero con el cultivo del tabaco, el cual
empezaron a enviar a Inglaterra en 1614. Sin embargo todo empezó a
progresar en esas pequeñas colonias donde todo se tornaba difícil e inhabitable.
En Nueva
Inglaterra, la región nororiental de lo que hoy es Estados Unidos,
los puritanos británicos establecieron varias colonias. Estos colonizadores
pensaban que la Iglesia de Inglaterra había adoptado demasiadas prácticas
del catolicismo, y llegaron a América huyendo de la persecución
en tierras británicas y con la intención de fundar una colonia basada en sus
propios ideales religiosos. Un grupo de puritanos, conocidos como los
peregrinos, cruzaron el Atlántico en un barco llamado Mayflower y se
establecieron en Plymouth en 1620. Una colonia puritana mucho
más grande se estableció en el área de Boston en 1630.
Para 1635, algunos colonizadores ya estaban emigrando a la
cercana Connecticut.
Nueva
Inglaterra también estableció otra tradición: un rasgo de moralismo
frecuentemente intolerante. Los puritanos creían que los gobiernos debían hacer
cumplir la moralidad de Dios. Castigaban severamente a los bebedores, los
adúlteros, los violadores del Séptimo Día, y los herejes. En las colonias
puritanas el derecho de voto se limitaba a los miembros de la iglesia, y
los salarios de los ministros se pagaban de los impuestos.
Roger
Williams, un puritano que no estaba de acuerdo con las decisiones de la
comunidad, sostuvo que el estado no debía intervenir en cuestiones religiosas.
Obligado a salir de Massachusetts en 1635, fundó la vecina colonia
de Rhode Island, la cual garantizaba libertad religiosa y la separación
del estado y la iglesia. Las colonias de Maryland, establecida en 1634
como refugio para católicos, y Pensilvania, fundada en 1681 por
el dirigente cuáquero William Penn, también se caracterizaron por su
tolerancia religiosa. Esta tolerancia, a su vez, atrajo a otros grupos de
colonizadores al Nuevo Mundo.
Con
el paso del tiempo, las colonias británicas de América del Norte fueron
ocupadas también por muchos grupos de origen no británico. Agricultores
alemanes se establecieron en Pensilvania, los suecos fundaron la colonia
de Delaware y los primeros esclavos africanos llegaron
a Virginia en 1619. En 1626,
colonizadores holandeses compraron la isla de Manhattan a
los jefes indígenas de la región y erigieron la ciudad de Nueva Ámsterdam;
en 1664, esta colonia fue tomada por los ingleses y rebautizada con el nombre
de Nueva York.
En
los años 1770 ya habían surgido varios centros urbanos pequeños pero
en proceso de expansión, y cada uno de ellos contaba con periódicos, tiendas,
comerciantes y artesanos. Filadelfia, con 28.000 habitantes, era la ciudad
más grande, seguida por Nueva York, Boston, y Charleston. A
diferencia de la mayor parte de las demás naciones, Estados
Unidos jamás tuvo una aristocracia feudal. En la era colonial la tierra
era abundante y la mano de obra escasa, y todo hombre libre tenía la
oportunidad de alcanzar, si no la prosperidad, al menos la independencia
económica.
Todas
las colonias compartían la tradición del gobierno representativo. El monarca
inglés nombraba a muchos de los gobernadores coloniales, pero todos ellos
debían gobernar conjuntamente con una asamblea elegida. El voto estaba
restringido a los terratenientes varones blancos, pero la mayoría de los
hombres blancos tenían propiedades suficientes para votar. Inglaterra no podía
ejercer un control directo sobre sus colonias
norteamericanas. Londres estaba demasiado lejos, y los colonos tenían
un espíritu muy independiente.
En
1733, los ingleses habían ocupado trece colonias a lo largo de la
costa del Atlántico, desde New Hampshire en el norte
hasta Georgia en el sur:
- New
Hampshire,
- Massachusetts,
- Rhode
Island,
- Connecticut,
- Nueva
York,
- Nueva
Jersey,
- Pensilvania
- Delaware,
- Maryland,
- Virginia,
- Carolina del Norte,
- Carolina del Sur,
- Georgia
Los franceses controlaban Canadá y Luisiana,
que comprendían toda la vertiente del río Misisipi: un imperio vasto con
pocos habitantes. Entre1689 y 1815, Francia y la Gran Bretaña
sostuvieron varias guerras, y América del Norte se vio envuelta en cada una de
ellas. En 1756 Francia e Inglaterra estaban enfrascadas en
la Guerra de los Siete Años, conocida en Estados Unidos como la Guerra
Francesa e Indígena. El primer ministro británico, William Pitt, invirtió
soldados y dinero en América del Norte y ganó un imperio.
Las
fuerzas británicas tomaron las plazas fuertes canadienses
de Louisburg (1758), Quebec (1759)
y Montreal (1760). El Tratado de París, firmada
en 1763, dio a la Gran Bretaña derechos sobre Canadá y
toda América del Norte al este del río Misisipi.
La
victoria de Inglaterra condujo directamente a un conflicto con sus colonias
norteamericanas. Para evitar que pelearan con los nativos de la región,
llamados indios por los europeos, una proclama real negó a los colonos el
derecho de establecerse al oeste de los Montes Apalaches. El gobierno
británico empezó a castigar a los contrabandistas e impuso nuevos gravámenes
al azúcar, el café, los textiles y otros bienes importados. La Ley de
Alojamiento obligó a las colonias a alojar y alimentar a los soldados
británicos; y con la aprobación de la Ley de Estampillas, debían adherirse
estampillas fiscales especiales a todos los periódicos, folletos, documentos
legales y licencias.
Estas
medidas parecieron muy justas a los políticos británicos, que habían
gastado fuertes sumas de dinero para defender a sus colonias norteamericanas
durante y después de la Guerra Francesa e Indígena. Seguramente su razonamiento
era que los colonos debían sufragar parte de esos gastos. Pero los colonos
temían que los nuevos impuestos dificultaran el comercio, y que las tropas
británicas estacionadas en las colonias pudieran ser usadas para aplastar las
libertades civiles que los colonos habían disfrutado hasta entonces.
En
general, estos temores eran infundados, pero fueron los precursores de lo que
han llegado a ser tradiciones profundamente arraigadas en la política
estadounidense. Los ciudadanos desconfían del "gobierno poderoso";
después de todo, millones de inmigrantes llegaron a los Estados
Unidos para escapar de la represión política.
En 1765,
representantes de nueve colonias se reunieron como "Congreso sobre la Ley
de Estampillas" y protestaron contra el nuevo impuesto. Los comerciantes
se negaron a vender productos británicos, los distribuidores de estampillas se
vieron amenazados por la muchedumbre enardecida y la mayoría de los colonos
sencillamente se negó a comprar las mencionadas estampillas. El parlamento
británico se vio forzado a revocar la Ley de Estampillas, pero hizo cumplir la
Ley de Alojamiento, decretó impuestos al té y a otros productos y
envió funcionarios aduaneros a Boston a cobrar esos aranceles. De nuevo los
colonos optaron por desobedecer, así que se enviaron soldados británicos
a Boston.
Las
tensiones se aliviaron cuando Lord North, el nuevo Primer
ministro británico, eliminó todos los nuevos impuestos salvo el del té.
En 1773, un grupo de colonos respondió a dicho impuesto escenificando la
Fiesta del Té de Boston: disfrazados de indígenas, abordaron buques mercantes
británicos y arrojaron al agua, en el puerto de Boston, 342 huacales de té. El
parlamento promulgó entonces las «Leyes Intolerables» (Intolerable Acts):
la independencia del gobierno colonial de Massachusetts fue drásticamente
restringida y se enviaron más soldados británicos al puerto de Boston, que ya
estaba cerrado a los buques mercantes. En septiembre de 1774 tuvo
lugar en Filadelfia el Primer Congreso Continental, reunión de líderes
coloniales que se oponían a lo que percibían como opresión británica en las
colonias. Estos líderes instaron a los colonos a desobedecer las Leyes
Intolerables y a boicotear el comercio británico. Los colonos empezaron a
organizar milicias y a almacenar armas y municiones.
En 1775 comienza
oficialmente la guerra, cuyo desarrollo inicial fue claramente de dominio
inglés, pero su curso cambiaría cuando tras la Batalla de Saratoga,
primera gran victoria americana, Francia y
posteriormente España entrarían en guerra apoyando a los
independentistas estadounidenses.
Por
el Tratado de Versalles (1783), Inglaterra se ve obligada a reconocer la
independencia de las 13 colonias estadounidenses, tal y como éstas habían
redactado en la famosa Declaración de Independencia de los Estados
Unidos de 1776.
Una
vez lograda la independencia, resultó muy complicado poner de acuerdo a todas
las antiguas colonias si seguían como Estados independientes, o se reunían en
una sola nación. Tras varios años de negociaciones, en 1787, 55
representantes de las antiguas colonias se reunieron en el Congreso de
Filadelfia con el fin de redactar una constitución. Se creaba así un
único gobierno federal, con un Presidente de la República y dos Cámaras
Legislativas (Congreso y Senado) como solución intermedia. Redactó
también la Constitución de 1787, y llamó a las elecciones por las
cuales George Washington fue investido primer Presidente de los
Estados Unidos
En un comienzo, hb o una clara determinaciòn de los nuevos habitantes de Amèrica del Norte, cual fue, establecer de manera precisa lo que deberìa ser en el futuro ,el comportamiento como nuevo ente territorial, defender siempre su libertad de criterio, de pensamiento, en definitiva, su filosofìa de vid, lo cual , ahora, dos siglos despuès, le niegan a los otros territorios de Amèrica, su libertad de decisiòn..
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