El problema de los indios

LOS EXCLUIDOS: LOS INDIOS Y LOS NEGROS
 Dos grupos de norteamericanos -uno el de los indios nativos y el otro de los inmigrnates africanos- estaban excluidos de la estructura social colonial. Es verdad que los norteamericanos negros formaban parte importante de la estructura económica, y que el intercambio con los indios tenía gran importancia económica para los colonos. Pero en ambos casos la relacón entre las razas estaba signada por un choque cultural más que por un fusión, y en ambos casos la cultura blanca tenía suficiente poder como para establecer su predominio.
 La Norteamérica inglesa y los norteamericanos nativos
  La relación entre los ingleses en Norteamérica y los norteamericanos nativos fue obvia, pero sutil. Mientras un pequeño número de conquistadores hispanos, conducidos por Hernán Cortés, pudieron dominar México al subyugar a los Aztecas, quienes a su vez dominaban a otras tribus menores, los ingleses en Norteamérica se encontraron con una situación diferente que produjo resultados muy diferentes. Poderosas tribus bloqueaban la expansión hacia el oeste de los colonos ingleses: 1) los Hurones, en el área triangular entre los lagos Ontario, Erie y Hurón; 2) a lo largo de la cadena de los Apalaches, los Iroqueses en Nueva York y Pennsylvania, los Susquehannas en Pensylvania y Virginia, los Cheroquíes en las Carolinas; 3) en el valle de Mississippi, por debajo del rio Ohio, los Chickasaws. Y entre los territorios de éstas habían muchas tribus. Sin embargo, nincuna nación había alcanzado preponderancia; dominar a una no era dominarlas a todas.  
Diferentes tácticas inglesas
  Como los grupos más poderosos de norteamericanos nativos en la Norteamérica inglesa no vivían a lo largo de la costa atlántica, los primeros colonos blancos llegados en Inglaterra se encontraron con tribus que eran con frecuencia más amistosas o, si se mostraban combativas, más fáciles de derrotar. Si los indios hubieran aunado fuerzas para expulsar a los ingleses de América del Norte en cualquier momento durante la media centuria de la colonización, podrían haber tenido éxito. La falta de voluntad, de unidad de propósito, no la falta de poder, explican el que no lo hayan hecho. Desde el principio, los ingleses trataron a los norteamericanos nativos como miembros de naciones o tribus distintas, nunca como súbditos individuales de la corona. La guerra y la negociación involucraban dos naciones: Inglaterra y la tribu o nación particular en cuestión. A diferencia de la fusión de culturas que tuvo lugar bajo el sistema colonial español. las culturas norteamericanas blanca y nativa permanecieron separadas en la América inglesa. Necesitados de mano de obra, los colonos ingleses trataron a veces de esclavizar a los norteaamericanos nativos capturados en escaramuzas. Pero no resultó. Los cautivos podían escapar y retornar a su pueblo con demasiada facilidad. En algunas colonias -Carolina del Sur, por ejemplo- los norteamericanos nativos capturados fueron embarcados para la Indias Occidentales en calidad de esclavos hacia 1700. También se hicieron esfuerzos a los norteamericanos nativos a los usos de los ingleses. Se establecieron escuelas para ellos en varias colonias, pero una vez que los norteamericanos nativos retornaban con su propio pueblo, retomaban sus usos y costumbres tradicionales. En ocasiones, la práctica de tratar a un pueblo norteamericano nativo como una potencia extranjera tenía resultados satisfactorios. Cuando los ingleses llevaron a los conductores de los Iroqueses y Cheroquíes a Londres para firmar tratados de amistad, la corona hizo en la oportunidad fiestas y celebraciones, y ambas naciones indígenas siguieron siendo invalorables aliados de Inglaterra durante un siglo.  
La frontera colonial
 En el período colonial poderosas naciones de norteamericanos nativos bloquearon el acceso de los ingleses al interior del continente. Al controlar el comercio interior mediante su posición defensiva a lo largo de la cadena de los Apalaches y reforzados por su debilidad para echar a , los rivales europeos, Inglaterra y Francia, uno contra otro, estos indios dominaron el equilibrio de poder en Norteamérica por casi un siglo (1660-1760). Hasta que los franceses no fueron eliminados como participantes importantes en la colonización del continente, los ingleses no consiguieron pasar la barrera de los Apalaches en número considerable. Irónicamente, al forzar a los colonos norteamericanos a permanecer en las zonas costeras, los norteamericanos nativos contribuyeron a su propia destrucción. Impedidos de marchar hacia el oeste, los colonos establecieron una sociedad madura, vigorosa y desarrollada que serviría de plataforma de lanzamiento para la conquista de las tierras interiores. Si los ingleses hubieran podido penetrar mas profundamente en el interior de Norteamérica poco después de su llegada al continente, la fuerza provista por las colonias unidas y muy desarrolladas no se hubiera alcanzado. Y si hubiera sido posible una penetración profunda, los vínculos con Inglaterra habrían sido incuestionablemente mucho menos influyentes, y la experiencia política de los asentamientos habría sido menos evolucionada, y por lo tanto menos valiosa; por que sólo comunidades relativamente estables podrían proveerla. Al contribuir a la creación de una sociedad provincial vigorosa y estructurada, nla formidable barrera indígena contribuyó al desarrollo de instituciones políticas, económicas e intelectuales. Estas instituciones, a su vez, hincaron raíces que el moviemiento avasallador hacia el oeste en el siglo XIX no pudo alterarlas de manera fundamental. El comercio constituyó uno de los contactos entre los colonos y los norteamericanos nativos, y fue la base de una de las primeras y modestas fortunas provinciales. En Carolina del Sur, por ejemplo, el camino rápido a las riquezas no estaba señalado por el cultivo de arroz sino por el comercio de pieles de ciervo, una de las exportaciones más valiosas de las Carolinas hasta bien entrado el siglo XVIII. En Pennsylvania el surgimiento de James Logan como el primer ciudadano de esa colonia fue hecho posible mediante lo que él llamó el "hediondo" comercio de pieles, y en Nueva York el comercio le produjo una fortuna y un título a Sir William Johnson. Durante el siglo XVIII la ubicación del comercio cambió. Hacia 1730 la participación de Nueva Inglaterra era limitada, si no despreciable, y las colonias del Centro, el área de mayor expanxsión, se habían convertido en el centro del tráfico de pieles, en Nueva York y Pennsylvania bien a la cabeza. En el Sur, Virginia controlaba la mayor parte del tráfico con los Cheroquíes y los Chicksaws a fin del siglo XVII, pero ya a principios del siglo XVIII Carolina del Sur como un serio rival. Luego Georgia se unión al reparto. A mediados del siglo XVIII, Nueva York y Georgia eran quizá las dos colonias más ocupadas en el comercio con los norteamericanos.  
La pérdida del poder estratégico por los norteamericanos nativos
 En las guerras que se declararon en el siglo XVIII entre Inglaterra y Francia, los norteamericanos jugaron un papel clave. Cada lado trató de ganar aliados entre los indígenas. Durante casi un siglo hubo un empate. Pero en la Gran Guerra por el Imperio (1754-63) los ingleses derrotaron a los frnaceses y los obligaron a abandonar América del Norte. En este proceso los norteamericanos nativos que habían podido hasta entonces aprovecharse de la rivalidad entre Inglaterra y Francia para acomodarla a sus propios intereses perdieron súbitamente su posición estratégica. No fue por casualidad que las colonias inglesas, que durante 150 años no habían podido penetrar más de 300 kilómetros en el interior de América del Norte, pudieron spubitamente como nueva nación avanzar miles de kilómetros en unas pocas décadas después de 1800 hasta alcanzar el Océano Pacífico.
Problemas Sociales
Bajo este aspecto se considera el problemas del indio y del mestizo, muy agudo en algunos países, y del campesinado pobre, común en toda América. El problema del indio mestizo por un lado, y el campesinado indigente por el otro, presenta características, si bien no idénticas, pero sí en muchos casos similares; analfabetismo, desnutrición, desnudez, vicios, y el desconocimiento de elementales nociones higiénicas con graves repercusiones sobre la salud, y por ende, sobre la vida en todos sus aspectos 

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